Elon Musk debe recortar los gastos de Twitter como sea y, además, encontrar la forma de que la red social consiga nuevas entradas de dinero. Sin embargo, la tarea es cada vez más complicada. Según informes, los ingresos de Twitter se redujeron un 40% con respecto al año pasado después de que más de 500 anunciantes dejaran de invertir en la empresa. Sin ganancias, sin clientes y sin oficinas, la fórmula para sacar Twitter adelante se parece cada vez más a la esperanza de un milagro.
Medios estadounidenses reportaron que al personal de Twitter se le informó que más de 500 de los principales anunciantes de Twitter habían dejado de gastar desde que Elon Musk lo compró en octubre. El CEO de Tesla no es el más querido en el ambiente, y su comportamiento errático y su inclinación hacia el extremismo de derecha complicaron aún más su reputación. Antes catalogado como visionario, ahora es un multimillonario exótico y falto de planes.
¿Por qué la salida de anunciantes es tan preocupante? La publicidad es el ingreso principal de Twitter. Representó más del 90% de sus 5.100 millones de dólares en ingresos en 2021. Sin embargo, clientes tales como Audi y Pfizer abandonaron su inversión después de la adquisición de Twitter por 44.000 millones de dólares en octubre de 2022.
Lo que más preocupa es el aumento de los discursos de odio en la plataforma, que llegaron después de que Musk, autodenominado "absolutista de la libertad de expresión", le devolviera las cuentas a miles de usuarios antes suspendidos por expresiones de odio. En esta línea, el florecimiento de cuentas falsas e imitadores —que aparecieron tras un relanzamiento fallido de las cuentas verificadas— también ofendió a los anunciantes.
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