El presidente de la Cámara de Turismo de Tierra del Fuego, Ángel Brisighelli, expuso los motivos por los cuales la institución que preside se opone a la propuesta de la “ecotasa”. El empresario comenzó destacando que “a nadie le gusta que se le cobre nada, menos un impuesto”.
Brisighelli sostuvo que el problema principal es cómo y para qué se va a utilizar el dinero recaudado, en caso de aprobarse, porque “están hablando que van a ser para promoción de obras de turismo, y cuando uno va a mirar la ordenanza resulta que al órgano de promoción que tiene la municipalidad, que es el Ushuaia Bureau, le va solamente un 10% de los fondos. Y el 90% va a la picadora de carne de la municipalidad”.
Por otro lado, manifestó las dudas acerca de la modalidad con la que se implementaría, ya que "están diciendo que lo van a cobrar a través de una app, aparentemente, o alguna cosa parecida, en los tres puntos de acceso de la ciudad. Pero nadie está calculando cuál es la complejidad de todos esos procesos y cuál es el impacto que le produce al turista".
Al comparar la propuesta de Tierra del Fuego con la implementación en otros destinos, Brisighelli mencionó que por ejemplo en Bariloche lo solucionaron con un código QR que está puesto en los hoteles y el conserje del hotel le tiene que decir escanea el código QR, accede y paga el impuesto" al turista. Sin embargo, destacó las limitaciones de esta modalidad ya que “el QR está solamente en los hoteles que están habilitados” y que todo aquel que “no está habilitado” o aquellos turistas que que van “a un camping o va a una carpa o adquiere una casa o lo que fuera no tiene código QR para pagar y no le cobra a nadie".
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