El reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) revela una preocupante realidad para la industria argentina. En marzo de 2024, la utilización de la capacidad instalada en la industria cayó significativamente, reflejando una grave recesión económica que afecta al país. Este indicador, que mide el porcentaje de la capacidad productiva que está siendo efectivamente utilizada por las empresas manufactureras, se encuentra en niveles alarmantemente bajos.
Según el informe, la capacidad instalada utilizada en marzo de 2024 se situó en el 53,4%, una notable caída respecto al 67,3% registrado en el mismo mes del año anterior. Esta disminución interanual es un claro indicativo de los problemas estructurales y las dificultades económicas que enfrenta la industria nacional. Comparado con el mes anterior, febrero de 2024, donde la utilización fue del 57,6%, también se observa una caída significativa.
En marzo de 2024, respecto al mismo mes de 2023, las principales incidencias negativas se observan en las industrias metálicas básicas y en la metalmecánica excepto automotores.
Las industrias metálicas básicas presentan en marzo un nivel de utilización de la capacidad instalada de 50,0%, inferior al registrado el mismo mes del año anterior (77,2%). Según datos de la Cámara Argentina del Acero, la producción de acero crudo registra una caída interanual de 41,5% en el mes de referencia. Asimismo, los laminados terminados en caliente registran en marzo una disminución interanual de 47,0%.
La caída en la utilización de la capacidad instalada se atribuye en gran medida a las políticas económicas recesivas del gobierno de Javier Milei. Las medidas de ajuste y austeridad han afectado la demanda interna, debilitando el consumo y, en consecuencia, la producción industrial. Empresas que anteriormente operaban cerca de su capacidad máxima ahora enfrentan una reducción drástica en sus operaciones.
A partir de estas cifras, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) elaboró un informe en el que detalla que “se trata del menor nivel en los últimos 9 años para dicho mes, exceptuando marzo 2020 (plena pandemia). Se ubica 13,9 puntos porcentuales por debajo del nivel de marzo 2023 y 8,7 puntos por debajo del promedio de la serie”.
Vale la pena resaltar que, aunque hay sectores con niveles de producción por encima de la media, por ejemplo “refinación de petróleo” o “sustancias y productos químicos”, el informe del CEPA pone en evidencia que todas las ramas sufrieron una caída.
Además, la falta de incentivos para la inversión y la inestabilidad económica han llevado a una disminución en la confianza empresarial. Las empresas son reacias a invertir en nuevas tecnologías o expandir sus operaciones debido a la incertidumbre económica y la falta de un entorno favorable para los negocios.
El informe del INDEC no solo proporciona una visión clara de la crisis actual, sino que también pone de manifiesto la necesidad urgente de un cambio en las políticas económicas. Para revertir esta tendencia negativa, es fundamental implementar medidas que fomenten el crecimiento y la recuperación de la industria. La creación de incentivos para la inversión, la mejora del acceso al crédito y la estabilidad económica son esenciales para reactivar el sector industrial.
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