El Gobierno de Tierra del Fuego declaró fracasada una licitación pública para salvar de su hundimiento y recuperar al “Saint Christopher”, el barco varado desde hace 68 años frente a la costa de Ushuaia transformado en un emblema y una postal turística del lugar.
De esta forma, el paso del tiempo sigue conspirando contra el destino de la embarcación que corre riesgo de colapsar debido a su avanzado deterioro, según estableció un informe técnico realizado por peritos de la Prefectura Naval Argentina (PNA) en 2018.
Las primeras tareas para intentar salvar al “Saint Christopher” fueron encaradas en 2019 por la gestión de la exgobernadora Rosana Bertone, a través de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (Dposs).
El organismo le adjudicó la primera etapa de los trabajos a la empresa Neocom SA, que construyó un pedraplén para acceder al barco desde la costa y disminuir el impacto directo de las olas sobre el casco.
Después, la misma Dirección llamó a una nueva licitación y adjudicó a otra empresa la segunda etapa consistente en el refuerzo de la estructura interna de la nave y las primeras reparaciones de la cubierta y el casco.
Sin embargo, la gestión del actual gobernador Gustavo Melella anuló los efectos de ese acto licitatorio al asumir el Gobierno y pasó las actuaciones directamente al Ministerio de Obras y Servicios Públicos, a cargo de Gabriela Castillo, quien encaró un nuevo proceso de adjudicación.
Para los nuevos trabajos, valuados en $43,2 millones, se presentó solamente la oferta de la empresa Proios, aunque la comisión de análisis del ministerio resolvió desestimarla por “presentar deficiencias insalvables”, según se desprende de la resolución 373/22 fechada el 26 de mayo.
De acuerdo a los fundamentos de la medida, la propuesta “no cumplió con los requisitos documentales exigidos para ser admitida”.
De esta manera, el Gobierno provincial resolverá en los próximos días si realiza una contratación directa o si encara un nuevo proceso licitatorio mientras la embarcación continúa “en estado crítico” y al borde de un “colapso estructural”, de acuerdo al informe de Prefectura.
El “Saint Christopher” es un remolcador que en la década del 50 fue utilizado para reflotar otro buque, el Monte Cervantes, un crucero alemán que se hundió frente al faro Les Eclaireurs, próximo a Ushuaia.
El barco sufrió problemas en el motor y el timón, y como la compañía propietaria entró en quiebra, quedó abandonado en la orilla del Canal Beagle, en pleno centro de la capital fueguina, donde de a poco fue convirtiéndose en un elemento más del paisaje.
Construido en Boston, Estados Unidos, en 1943, los historiadores le adjudican al “Saint Christopher” participación en la Segunda Guerra Mundial, y hasta una versión, no confirmada, lo señala formando parte del desembarco en Normandía, en el llamado “Día D”.
Lejos de aquel escenario bélico, el antiguo remolcador descansa en la bahía del “Fin del Mundo”, cobijando distintas especies de aves que lo utilizan para anidar o como escala de sus viajes migratorios.
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