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EL JUEZ CALVETE ANTE EL DESAFÍO DE ESCLARECER EL CASO MALDONADO


Santiago Maldonado - Arte: Rebeca Weichzel

La causa por la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado tuvo un giro importante hace algunas semanas atrás, cuando la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia resolvió apartar al juez Gustavo Lleral, revocaron el sobreseimiento de los gendarmes imputados y ordenaron reabrir la causa por segunda vez. Además, al desplazar al magistrado, decidieron trasladar la causa al Juzgado Federal de Ushuaia, a cargo del Dr. Federico Calvete. En una entrevista exclusiva con “el delivery”, Sergio, el hermano de Santiago, mostró algún grado de satisfacción, pero también expresó sus reparos. El caso, ocurrido hace casi 7 años, continúa sin esclarecerse. 



“Me parece que es un triunfo que, si nos hubiéramos quedado y no hubiéramos apelado desde la primera vez, ya la causa se hubiese cerrado y hubiese quedado todo en la impunidad y en el olvido. Entonces, a pesar de todo, me parece que también es algo positivo”, expresó.

 

La reciente decisión de apartar al juez federal Gustavo Lleral y trasladar la causa a Ushuaia fue tomado con ciertas precauciones. Si bien Maldonado valoró positivamente el fallo, porque se reconoce finalmente que era necesario correr al magistrado y que la causa debe seguir indagando sobre el contexto en el que desapareció Santiago y la responsabilidad de la Gendarmería Nacional, también sostuvo que el traslado a Ushuaia añade complejidades logísticas y estratégicas que podrían dificultar aún más el acceso a la justicia.

Por este hecho están imputados los gendarmes Emmanuel Echazú, Juan Pablo Escola, Víctor Vaquila Ocampo y Marcelo Ferreyra.

"Esto también lo que tiene es otra trampa del poder judicial de hacerte recorrer un montón de kilómetros y que no esté a la vuelta de tu casa el acceso a la justicia, que sea bien lejano y bien a trasmano todo", comentó. La distancia geográfica no solo representa una barrera física, sino también un posible intento de dilación por parte del sistema judicial. La causa ahora está en manos del juez Federico Calvete en Ushuaia, lo que significa que los querellantes y testigos deberán enfrentarse a mayores complicaciones para participar en el proceso.

 

Sergio también subrayó la falta de comunicación con el nuevo juez. A la fecha de la entrevista, no había tenido ningún contacto con Calvete, lo que añade una capa de incertidumbre sobre cómo se manejará la causa en el futuro. "Todavía no tuve ningún contacto con el juez porque también hay una serie de pasos y tiene que ver con que primero se lo asigna al juez, después hay un tiempo en el cual ambas partes pueden hacer una apelación", explicó.

 

“No sabemos si la causa ya le fue remitida o no. Porque también cuando pasan estas cosas, el juez debería confirmar si realmente lo va a tramitar en el juzgado de Ushuaia, si va a viajar y va a seguir la causa en Esquel, donde fue el origen. Obviamente que para comodidad estaría mejor que eso sucediera en Buenos Aires, porque todas las querencias prácticamente están en Buenos Aires, menos yo que vivo en Bariloche. Pero se entiende que, en este tipo de cosas, cuando se van corriendo por cercanía y al ser una causa federal, el juez más cercano terminaba siendo el juez Calvete en Ushuaia”, analizó Maldonado.

 

Otro punto crucial mencionado por Sergio es el estado del expediente de la causa. Una gran parte de la documentación está en papel y no digitalizada, lo que complica aún más el traslado y la consulta de la información relevante. "La verdad que en este momento no sé cuántos cuerpos son, pero también hay que tener en cuenta que si nos ponemos a ver de la misma causa se desprenden distintas cuestiones", indicó. Esta dispersión de la causa en múltiples subcausas y la falta de digitalización podrían significar más demoras y obstáculos en el proceso judicial.

 

Además, Sergio señaló que "todas esas que parecen causas independientes son todas generadas a raíz de la desaparición de Santiago". Esta fragmentación ha dificultado la investigación integral de la desaparición forzada, y el traslado de la causa a Ushuaia podría complicar aún más la coordinación y el acceso a la justicia.

 

A pesar de estos desafíos, Sergio Maldonado mantiene una esperanza cautelosa. Ve el cambio de juez como una oportunidad para que un nuevo magistrado, Federico Calvete, pueda abordar la causa con una perspectiva nueva y con el compromiso de avanzar en la investigación. Sin embargo, esta expectativa está matizada por la realidad de un sistema judicial que ha mostrado ser ineficaz y, a menudo, desalentador para las víctimas y sus familias.

 

Un poco de historia

 

El caso de Santiago Maldonado, un joven activista que desapareció el 1 de agosto de 2017 durante una protesta de la comunidad mapuche en Resistencia de Cushamen, provincia de Chubut, ha sido una fuente de controversia desde sus inicios. La protesta, que exigía la liberación del líder mapuche Facundo Jones Huala, fue violentamente reprimida por la Gendarmería Nacional, durante la gestión de Patricia Bullrich al frente del ministerio de Seguridad durante la presidencia de Mauricio Macri. Santiago fue hallado muerto 77 días después, y las circunstancias de su muerte siguen sin esclarecerse plenamente. Por este hecho están imputados los gendarmes Emmanuel Echazú, Juan Pablo Escola, Víctor Vaquila Ocampo y Marcelo Ferreyra.

 

La dilación de la causa produce severas consecuencias para los familiares y la búsqueda de justicia. Sergio Maldonado ejemplificó esta situación relatando que “los testigos ya muchos no están, algunas pruebas se van perdiendo, son irrecuperables. De hecho, el 28 de febrero, cuando tuvimos la apelación en Comodoro Rivadavia, nos enteramos por uno de los abogados de gendarmería que uno de los imputados está viviendo en España. Entonces, ya tener ese testimonio o haberlo llamado a declarar como lo debería haber hecho el juez hace años, nunca lo hizo y ahora se hace más difícil todo eso”.

 

Además, manifestó que “la geografía no es la misma, el cauce del río no es igual, la vegetación, las pruebas, la verdad que yo no sé en qué condiciones están las pertenencias que tenía Santiago, los billetes que en teoría se guardaron para peritar. Todas esas cosas son un gran interrogante que no sabemos cómo sigue”.

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