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DESDE ´LA PODEROSA´ USHUAIA RELATAN QUE “LA GENTE HACE FILA CON SU TUPPER Y LLEGA UN MOMENTO EN QUE NO HAY MÁS COMIDA”


En el programa radial "el delivery" se abordó la crítica situación de los comedores comunitarios en Ushuaia y la problemática de la desfinanciación por parte del gobierno nacional y provincial. Ofelia, militante de la Asamblea Interbarrial de "La Poderosa" en Ushuaia e integrante de la Olla Popular "Warmis Poderosas", ofreció un testimonio detallado sobre los desafíos que enfrentan estos espacios vitales para muchas familias. En un contexto en el que desde la gestión de Javier Milei se intenta desprestigiar el rol de las organizaciones sociales que sostienen estos comedores, el testimonio de Ofelia arroja claridad sobre la verdadera situación que atraviesan.

 

Ofelia comenzó señalando la crítica situación en la que se encuentran los comedores comunitarios “frente a un gobierno nacional que tiene 5 millones de kilos de comida a punto de pudrirse, lo que para nosotros como organización representa 5 años de comida para los 150 comedores y merenderos que tenemos a nivel nacional”.

 

La militante destacó que la Olla Popular "Warmis Poderosas", que en quechua significa Mujeres Poderosas, no puede sostener actualmente las 380 raciones diarias que solía ofrecer. "Nos encontramos en una campaña de donación y un pedido de ayuda a la comunidad en relación a alimentos secos, como harina, fideos, arroz, y frescos, como papas, cebollas, zanahorias, que son la base de una comida".


La situación se ha agravado debido a los recortes en los insumos que proveían tanto el gobierno nacional como el provincial. Esta reducción drástica ha obligado a la organización a depender casi exclusivamente de las donaciones de la comunidad para poder seguir funcionando.

 

Ofelia también mencionó las dificultades que enfrentan las familias que dependen de estas ollas populares. "Tenemos una lista de espera y también necesitamos ropa de abrigo para nuestro ropero comunitario porque tenemos el invierno encima: camperas, buzos, guantes, gorros, mantas, todo lo que abrigue", detalló, ampliando el espectro de necesidades más allá de la alimentación.

 

"Sabemos de la campaña que hacen en relación a las ollas populares. Me parece que esa campaña está atravesada por un discurso de odio impresionante. Quien diga que una olla es fantasma, que no existe, es porque no se acerca a una olla, no hace fila, no colabora con las miles de cocineras comunitarias que tienen ollas a lo largo de más de 20 años", afirmó Ofelia, defendiendo la legitimidad y necesidad de estos espacios comunitarios.

 

La militante social hizo un llamado a la comunidad para que apoye el espacio, ya que "todo lo que nos puedan colaborar es bienvenido, ya sea enviando dinero o no, porque la ayuda no solo puede ser monetaria; también pueden acercarse al barrio, ir a la olla, colaborar un ratito pelando papas, cortando cebollas, lo que sea". 



Finalmente, Ofelia dejó en claro que la lucha por mantener las ollas populares es constante y depende del apoyo comunitario ante la falta de respuestas gubernamentales. "Hoy, por ejemplo, las compañeras cocinan hasta que se acabe la comida. La gente hace fila con su tupper y llega un momento en que no hay más comida", concluyó, retratando la cruda realidad que enfrentan diariamente.

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